El problema cuando abres tu corazón, es que lo dejas expuesto.
Eres sincera y buena. Tratas de ser linda y amable. No sirve decir nada, no sirve jurar y amar, porque al final cuando te dan la espalda sientes como se rompe cada pequeña partícula de aquello que se llamaba corazón.
Se deshace en pedazos pequeñitos que luego se desmoronan y se pierden en la oscuridad.