Hablando de necesidades.

He quedado pues en el entendido de que no te tendré nunca. Que la promesa de propiedad no existe. No tengo nada más que partes tuyas, partes que podría o no algún día armar para poder completar algo, pero jamás un entero.  No tengo unidad. No tengo todos. Contigo son mentiras los completos.
Así pues, me rindo.
Me propongo dejar de necesitarte. De tratar de integrarte a mi mundo. Me declaro independiente de cualquier lazo que me ate a ti. Por más que todo en mi te necesite, la sensatez mandará por hoy. Y por hoy no te necesito más.